«La finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre —aunque fuera el trabajo “más corriente”, más monótono en la escala del modo común de valorar, e incluso el que más margina—, sigue siendo siempre el hombre mismo»
(Carta Encíclica Laborem Exercens, 6)
Estas palabras de la Carta encíclica Laborem Exercens * de Juan Pablo II me causaron un grato impacto el día que las leí. Por supuesto, estoy de acuerdo con ellas.
Cualquier trabajo, del tipo que sea, que realice un ser humano debería siempre enriquecerle (aportarle en positivo) tanto mental como físicamente, ser gratificante y nunca perjudicarle de ninguna manera. Debería siempre hacerle sentir digno, útil y desarrollar su humanidad. Y …. siempre que sea posible, enriquecer a los demás también, por supuesto.
Porque …. tener un empleo como sexador de pollos o testador de camas de lujo, incluso de ‘plañider@ profesional ‘ (y no he puesto los empleos más raros o exóticos) , puede que le dé un toque exótico a tu CV pero que quieres que te diga….
En el trabajo se asientan tanto la prosperidad de las economías como la riqueza de las vidas de las personas pero se ha enfocado siempre más en términos económicos que en términos de desarrollo humano.
El trabajo ha contribuido y contribuye al progreso mundial mediante el desarrollo de las capacidades humanas. El trabajo, tal y como lo concebimos hoy día, ha proporcionado a las personas un sentido de dignidad y la oportunidad de participar plenamente en la sociedad, de construirla.
Estoy convencida de que si se aprovechara el potencial de cada persona en el mundo, mediante estrategias y políticas adecuadas, se aceleraría y mejoraría el progreso humano (siempre y cuando no se siga superpoblando el planeta).
De los 7.300 millones de habitantes del planeta, 3.200 millones tienen empleo. Aparte de estos, otros realizan trabajos de atención y cuidados a personas, así como trabajos creativos y trabajos voluntarios u otros tipos de trabajo, mientras que otros se preparan para convertirse en futuros trabajadores. Algunos de estos tipos de trabajo contribuyen al desarrollo humano y otros no. De hecho, hay trabajos que incluso perjudican el desarrollo humano.
No voy a escribir un post sobre Historia del Trabajo porque existe bibliografía de excelente calidad para consultar pero sí haré hincapié en una cosa:
en algún momento de la historia el trabajo perdió su auténtica esencia, su razón de ser y ha llegado el tiempo de recuperarlo.
Quizás cuando el hombre dejó de ser nómada y se hizo agricultor y ganadero y empezó a acumular excedentes (ahí empezó la esclavitud); quizás cuando aparecieron las ciudades y con ella la división del trabajo en intelectual y manual; quizás en la Era Industrial cuando el trabajador dejó de ser dueño de su trabajo y pasó a considerarse en ‘mano de obra’ ….
Todos somos consciente de cuánto han padecido los que nos han precedido y cuánto tuvieron que luchar para que hoy disfrutemos de derechos laborales dignos (al menos la gran mayoría).
El Informe sobre Desarrollo Humano 2015 de la ONU* estuvo dedicado al trabajo. Sus 48 páginas van dirigidas a responder a una pregunta:
¿cómo puede el trabajo mejorar el desarrollo humano?
Y yo me pregunto:
¿qué otra finalidad más enriquecedora podría tener sino esa?
Porque a estas alturas imagino que todos tenemos claro que… el trabajo es mucho más que simplemente tener un empleo.
‘’El hombre es a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollarse intelectual, moral, social y espiritualmente. En la larga y tortuosa evolución de la raza humana en este planeta se ha llegado a una etapa en que, gracias a la rápida aceleración de la ciencia y la tecnología, el hombre ha adquirido el poder de transformar, de innumerables maneras y en una escala sin precedentes, cuanto lo rodea’ (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, junio 1972)
Ya la física cuántica * ha comenzado a mostrar el poder del pensamiento humano para crear y transformar la realidad material lo cual refuerza el papel creador del ser humano en la evolución y desarrollo de la sociedad y la especie humana.
¿Existe el mundo, tal y como es, porque antes lo pensamos de ese modo la gran mayoría de personas? Quizás convendría empezar por cambiar nuestra conciencia, nuestras ideas sobre el trabajo para que las cosas cambien a mejor.
Viendo hace poco la película ‘In dubious battle’ (basada en la novela del mismo nombre deJohn Steinbeck) no pude dejar de sentir un regusto amargo en la boca al pensar en cuántos abusos se han cometido por parte de empresarios y terratenientes que se han enriquecido a costa de explotar a otros seres humanos y cómo trabajar en ciertas condiciones propicia que las personas se parezcan más a animales que a seres humanos.
La literatura y el cine están repletos de obras (clásicos y no clásicos) que muestran las distintas facetas de esta realidad a lo largo de distintas épocas. Muchos autores se especializaron en el tema como por ejemplo Charles Dickens o Víctor Hugo.
Por citar algunas que recuerdo ahora mismo que me hayan gustado : ‘Espartaco’ , ‘Amazing Grace’, ‘Los Pilares de la Tierra’, ‘Más fuerte que su detino’, ‘El Lobo de Wall Street’, ‘Oliver Twist’, ‘Tiempos Modernos’, ‘Los Miserables’ ‘Erin Brokovich’, ‘Up in the air’ ‘Los lunes al sol’, ‘Jerry Macguire’ , ‘En busca de la felicidad’, ‘Hoy empieza todo’, ‘Las uvas de la ira’, ‘El ladrón de bicicletas’, ‘Tokyo Sonata …..Cientos de ellas que podrías encontrar en Internet.
¿Quién no se ha hecho alguna vez la pregunta de en qué trabajaría incluso si no me reportara beneficio económico?
¿Qué es eso que te gusta tanto hacer y se te da tan bien que lo harías incluso si no te pagaran por ello?
Ken Robinson (y otros autores además de él) creen que toda persona tiene una habilidad especial, innata, a la que llama ‘El Elemento’ * y que cuando la descubres y potencias, tu vida cobra sentido.
La sociedad debería enfocar la educación de sus miembros a ese fin desde niños y diseñar su estructura y funcionamiento para darle expresión.
Paco de Lucía dijo en una entrevista : “cualquiera puede ser el mejor guitarrista del mundo, si esta dispuesto a pasarse los siguientes 30 años practicando 10 horas diarias los 7 días de la semana” (lo que aproximadamente él había invertido en ese “don” que decían que tenía).
Si descubres tu don o habilidad y te entrenas a diario para desarrollarla y ejercitarla puedes alcanzar la excelencia, sin duda. Y sino, que se lo pregunten a Rafa Nadal.
Soy una persona idealista pero pragmática al mismo tiempo ya que coincido con Herman Hesse cuando dijo que los ideales no son nada sin personas que los encarnen, que sean su vivo ejemplo….
Para mí, nuestro trabajo y cómo lo llevamos a cabo, es la forma de decirle al mundo quién somos.
Y para vosotros: ¿Qué simboliza el trabajo en la Vida? ¿Cuántos habéis encontrado vuestro elemento? ¿Cuántos trabajáis dándole expresión? ¿Habéis hecho algo para descubrirlo?
Ese estado de ‘flow’ que tan de moda está no debería circunscribirse sólo a aquellas tareas que nos encantan o que se nos dan bien. Eckart Tolle deja un mensaje muy claro en su libro ‘Un nuevo mundo, ahora’ y que para mí, es la clave:
para fluir con la Vida, has de aprender a vivir en el Aquí y Ahora.
Concluyo esta entrada con una TEDx donde Noeline Kirabo habla sobre cómo encontró ella su ‘Elemento’ formando a jóvenes en Uganda para capacitarlos y que puedan crear su propio negocio. Fundó KYUSA.
Afortunadamente, en los últimos tiempos, son muchos los ejemplos de personas comprometidas con encontrar un trabajo que les realice y satisfaga profundamente, como por ejemplo el caso de Ehiemua que abandonó una carrera de élite para crear empleo juvenil en Nigeria.
”El mundo necesita menos profesionales con títulos y más personas con propósito”.
Y como en muchas de las entradas que escribo, pongo el broche final con una película.
Esta escena de la película ‘El Último Samurai’ (2003), refleja cómo podría ser una sociedad en la que todos sus miembros se sintieran realizados y aportaran en positivo a través de su trabajo.
*Aquí podéis encontrar los enlaces que he referenciado con un asterisco a lo largo del post o información relevante sobre el tema:
Carta encíclica Laborem Exercens, 6
Documental ¿Y tú qué sabes? (física cuántica)
Los ricos no trabajan por dinero
Informe Desarrollo Humano ONU 2015
El Elemento, Ken Robinson
10 frases del libro El Elemento
En qué trabaja la gente más feliz