Liderazgo en el siglo XXI

“El ejemplo no es lo que más influencia a las personas. Es lo único” -Albert Schweitzer-

Resulta casi imposible no encontrar cada día algún curso, libro o entrada de blog que no hable de liderazgo. Hasta en programas de televisión.

Hoy es una cualidad muy atractiva en un profesional para ocupar puestos de responsabilidad y se ha enfocado desde todas las variables imaginables.

Sin embargo, conozco pocos líderes que en mi opinión ejerzan un auténtico liderazgo ( personas que despiertan mi más profunda admiración). Porque cuando tienes la inmensa satisfacción de conocer a una  persona de esta índole es suficiente para tener claro el rasero con el que medir.

En mi visión del mundo, toda persona puede actuar desde el liderazgo, siempre empezando por liderar su propia vida.

Una vez conseguido esto, diría que es casi hasta natural que “lidere” en cualquier espacio donde se encuentre:  su comunidad de vecinos, su trabajo, una asociación, una reunión, etc.  Podrá ejercer dicha capacidad allá donde se encuentre.

“Si tus acciones crean un legado que inspira a otros a soñar más, aprender más, hacer más y mejor y ser mejor, entonces eres un gran líder” –Dolly Parton-

Aunque, debería definir primero que es para mi un líder :

líder es toda persona que siempre actúa con integridad y que emana tal fortaleza moral que supone un  referente y sustento allá donde se encuentre y, además, no tiene dependencia de ningún tipo (física, emocional, mental o económica…) por lo que sus decisiones son totalmente libres y objetivas.

Líder es toda aquella persona que es capaz de auto-gestionar su vida en forma positiva sin depender de nada y de nadie ya que quien actúa desde el liderazgo hace lo que tiene que hacer en cada momento sin dejarse influir por el miedo, la presión, el ambiente…

Todos podemos ser líderes si somos capaces de vivir, en todo momento, de acuerdo a nuestros principios o valores y nunca mentimos (ni siquiera a nosotros mismos). Y cuando digo nunca, es nunca.   Actuando así, la Vida no tardará en ponernos delante situaciones que nos harán ver cuánta necesidad hay en este mundo de personas capacitadas para asumir ese reto.

El espacio natural donde a una persona se le debería transmitir la capacidad de liderazgo es el hogar y las personas encargadas de ello sus padres. El instituto y la universidad deberían ser espacios dispuestos para ampliar y reforzar esta capacidad y acabar de preparar a un-una joven para incorporarse a la sociedad y al mundo laboral. Pero todos sabemos que no lo son.

Un joven debería tener a su alrededor modelos ejemplares a quien imitar y seguir.

Tal y como yo lo veo, una persona puede actuar desde el liderazgo sin perder la salud o perjudicar de cualquier forma su vida familiar o sus relaciones.

Y cuando se trata de liderar en organizaciones y empresas es un líder que sabe delegar y elegir nuevos líderes que le sucedan en el mantenimiento de la visión que la sustenta: no tiene miedo de que le hagan sombra y lo que realmente le importa es que se mantenga la intención. Es alguien que sabe sacar lo mejor de cada una de las personas con las que se relaciona. 

Las cualidades de un líder son las mismas que las de cualquier persona sólo que las ejercita al 100% y sin excepción en su día a día :
integridad, sinceridad, coherencia, visión, valentía, carácter, da ejemplo, capaz de comprometerse, con capacidad de decisión, sin ataduras de ningún tipo, profundo conocimiento de sí mismo, etc.

Me siento afortunada de que la Vida me diera la oportunidad, hace ya algunos años, de conocer a un profesional que me introdujera en la práctica de un auténtico liderazgo, el único válido para mí: un liderazgo sostenible.

Este tipo de liderazgo no compromete tu salud o la de tus seres más cercanos, no involucra a tu familia, no tiene un efecto negativo en tus relaciones o tu carrera profesional y no compromete tu bienestar futuro de ninguna de las maneras.

Conozco demasiados casos de personas consideradas líderes que han muerto jóvenes por enfermedad, que han perdido a su familia o que , al final, sus carreras profesionales terminaron ‘en agua de borrajas’.

Es tiempo de dejar atrás este tipo de liderazgo ‘exitoso’ que tan alto precio exige a pagar.

 

Pregúntate, con sinceridad absoluta, si sueles actuar para ser útil o reconocido por los demás o para ser feliz y ser tú mism@. 

 ‘Conócete a ti mismo y conocerás los secretos del Universo” (Inscripción del Oráculo del Templo de Delfos)

Cuando tienes clara tu identidad personal (quién eres y de dónde vienes) no sientes la necesidad de mostrarlo constantemente ;no te ves obligado a tener que dejar de lado familia, pareja, salud, etc., en aras de un mayor reconocimiento nominal (ego, fama, renombre, etc.), salarial (poder- dinero, etc.), o existencial (tener que luchar incluso por tu propia vida).

Un auténtico líder ha encontrado la paz en su interior (y sino piensa en Ghandi, Mandela o Martin Luther King) y no hay mayor fuerza motriz en el Universo que el Amor (conocimiento, respeto…) y la Paz.

‘’En este siglo, será la suma de muchas personas capaces de liderar su vida lo que provocará el cambio económico, social y cultural.  El cambio será de dentro hacia fuera.  De uno en uno, aunque simultáneamente’’

-Yolanda Ávila Márquez-

 

El broche de oro, lo pone este inspirador vídeo donde Jon Jandai nos muestra que la vida es fácil y que somos nosotros los que la complicamos. Este hombre es un ejemplo de lo que es convertirse en una persona de valor y no de éxito.

 

 

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