¿Eres de esas personas pacientes y minuciosas que lee la letra pequeña de todo documento que ha de firmar o aceptar?
¿Qué haces cuando no entiendes algo de lo que pone?
Cada vez más usuarios, profesionales y organizaciones reclaman un lenguaje claro, sencillo y directo a la hora de redactar documentos, contratos, informes, etc.
La sociedad demanda claridad y transparencia en un contexto global social y económico cada vez más exigente. Contratos sin letra pequeña, textos jurídicos comprensibles, instrucciones de montaje sencillas, términos y condiciones de uso fáciles de leer, etc.
Iniciativas como Proyecto TCR de BBVA, peticiones en Change.org o iniciativas como TOSDR son muestra de que el cambio ya está en marcha.
Hablemos de la letra pequeña.
Letra pequeña encontramos en muchos sitios. Sin embargo, la letra pequeña vinculada a servicios en Internet merece especial atención. Casi todos temblamos cuando llega el momento de LEER y aceptar los términos y condiciones de uso y las políticas de privacidad.
Se ha comprobado que algunos de dichos textos llegan a superar las 20.000 palabras (lo mismo que una obra de Shakespeare) y casi requieren formación jurídica si quieres interpretados.
La empresa Purple decidió hacer un experimento en Manchester: ofrecer WiFi gratis a cualquiera a cambio de que rellenase un registro y aceptase sus términos y condiciones. Dichos términos incluían una cláusula donde el usuario, si consentía, se comprometía a dedicar 1.000 horas de su tiempo a tareas como limpiar baños portátiles en festivales, recoger excrementos de animales o retirar chicles pegados en la calle. Veintidós mil personas firmaron el formulario. La cláusula decía que si alguien estaba entendiendo lo que estaba leyendo llamara y recibiría un premio. Sólo llamó una persona.
Otro experimento similar llevado a cabo por la empresa finlandesa F-Security incluía la Cláusula Herodes por la que el usuario cedía a su hijo primogénito por toda la eternidad.
La compañía PC Pitstop quiso averiguar si realmente sus usuarios leían sus términos y condiciones. Escribieron en el texto que darían 1000 dólares a la primera persona que los leyera y les contactara. Hasta pasados 4 meses no recibieron un correo de una persona solicitando el dinero.
Tanto es así respecto a este tema, que un abogado, un hacker y un diseñador crearon una web, y su extensión para navegadores, que ayuda a los usuarios a entender las condiciones de uso de los principales proveedores de servicios en Internet. Google, WhatsApp, Facebook, Amazon. Youtube, etc.
Jorge Morell, abogado especialista en Derechos de Internet, ha creado la página Términos y Condiciones para analizar y comentar la ingente cantidad de páginas de términos, condiciones y políticas que invaden nuestra vida digital y que aceptamos con total desconocimiento.
Por una comunicación clara.
Tengo que decir que no echo en falta un lengugaje claro sólo por parte de organizaciones, empresas y administración. Encuentro ejemplos a diario de profesionales que se comunican de forma imprecisa y poco directa lo cual me genera pérdida de tiempo y resta productividad al trabajo en común.
Comunicar de forma clara y eficiente es necesario a todos los niveles: personal, profesional, empresarial y administrativamente.
Hace unos días compartía en redes una entrada de blog que había escrito sobre cómo había integrado la simplicidad en todas las áreas de mi vida. En él explicaba, por ejemplo, la diferencia entre fácil, simple y sencillo, cualidades que se complementan y retroalimentan entre sí.
El caso es que en dicha entrada comento que una de las cosas que he simplificado en mi vida es mi forma de escribir.
Esto ha devenido a raíz de haber trabajado sobre mi forma de articular el pensamiento (asisto a un innovador curso donde trabajo la comunicación consciente).
Como decía David Ogilvy: ‘Quien piensa bien, escribe bien’.
”El lenguaje es el arma más poderosa. Si eres maestro del lenguaje eres maestro del mundo” (Laurent Binet).
”Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo” (Ludwig Wittegenstein).
Puedes leer lo que a veces escribo sobre comunicación en mi blog ComunicarEsLoMio