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Hablamos Con José Miguel Navarro Coach

Reeducación corporal: el camino hacia la ecoeficiencia personal

Tenemos la gran satisfacción de presentaros un innovador método del que poco se sabe aún y hablaros del gran trabajo que realiza su creador. Un método que, además, hemos probado y conocemos en primera persona. Os presentamos el Espacio de Reeducación Corporal de Método Cronos.

Como conocedoras del método y del trabajo de Jose Miguel os diremos que estas sesiones están teniendo un resultado excelente en empresarios, emprendedores, autónomos y, en general, en profesionales que ocupan un puesto de responsabilidad o tienen personal a su cargo. Estos perfiles laborales suelen acumular muchas tensiones en su jornada laboral y este mantenimiento físico les ayuda a mantener el equilibrio y erradicar cualquier molestia física o mental. Estamos pues ante un recurso socio-profesional de lo más eficaz y recomendable.

-Equipo Kaizen-

 

Jose Miguel Navarro  es responsable del área de Superación Personal y Recursos socio-laborales de Método Cronos. Paralelamente a su trayectoria como consultor y coach, Jose Miguel ha desarrollado un método propio de reeducación corporal y mantenimiento físico donde integra toda su experiencia en este ámbito. Le hemos entrevistado para que nos hable sobre él (casi un reportaje).


Jose Miguel ¿Cómo entiendes la reeducación corporal?

Concibo la reeducación corporal como un sistema de auto escucha personal, conexión corporal y preparación física. La finalidad de las sesiones corporales en Método Cronos es conectar a la persona con su realidad sensorial. Que comprenda que el cuerpo es la mente en su estado físico.

Esto no quiere decir que las personas que realizan cualquier actividad física estén reflejando esta relación. Por lo general, el ejercicio o deporte se suele realizar como medida de desahogo, liberación de estrés, o como un exceso de estimulación para compensar las tensiones internas o externas.


¿Cuál ha sido tu trayectoria dentro de la terapia corporal hasta llegar a este momento?

Accedí a las terapias corporales hace 25 años. Comencé estudiando diferentes tipos de masaje, quiropraxia, técnicas de reflexoterapia, kinesiología, terapias energéticas, etc. Casi a la par me inicié en la práctica de diferentes métodos de reeducación corporal y yoga, que por un tiempo me abrieron a nuevos enfoques. Finalmente, tampoco llegaron a cubrir mis necesidades latentes. 

Cuando conocí a mi compañera Ana Ávila (que acababa de abrir su consulta y se había centrado principalmente en el tema emocional) me atrajo este enfoque y nos pusimos a trabajar juntos. Y poco a poco empecé a darle un nuevo sentido al tema corporal.

Un día atendí a un cliente con un ataque agudo de dolor de espalda. Venía inclinado hacia delante y con una de sus caderas ladeada hacia un lado, apenas podía caminar. Por más que intenté aliviar su dolor con punción en puntos reflejos, la persona no notaba la más leve mejoría. Un poco confuso salí de la habitación, me encontré a mi compañera, le comenté lo que pasaba y pasó conmigo a la habitación. Inclinó un poco su cuerpo hacia el paciente y le susurro en uno de sus oídos –“no te preocupes, tu mujer no te va a dejar”- Nada más oír estas palabras la persona se puso a temblar, al mismo tiempo que brotaban lágrimas de sus ojos. No sabría decir el tiempo que estuvo, cuando por fin paró, el dolor había disminuido un 50% (tres días después estaba totalmente recuperado).

‘Casualmente’ ella había estado tratando a la mujer de este cliente sobre temas de pareja e intuitivamente pensó que el problema podría ser el temor a una posible ruptura de su matrimonio. Y acertó de lleno.

Después de aquello todo comenzó a cambiar. Cada vez que llegaba una persona con dolor de espalda en cualquier zona le hacia una serie de preguntas y establecíamos algún tipo de motivo psico-emocional: “mi marido se ha quedado sin trabajo, he discutido con mi padre, un conflicto laboral, una decisión que tengo que tomar, etc.”


Teniendo en cuenta lo que nos cuentas ¿Cómo enfocas en tus sesiones un dolor agudo?

Cuando hay dolor corporal, sobre todo en estado agudo, es que el cuerpo se encuentra en un estado de alarma psicoemocional generada por acumulación de tensiones. Bloqueos del miedo, rabia o enfados reprimidos que al final llegan a un límite insostenible. Estas situaciones las abordamos con un enfoque holístico considerando la relación cuerpo-mente-entorno. Algo a tener en cuenta, es que  las sesiones corporales que  hago son para activar más capacidad o potencial en la personaY no con la intención de desahogar tensiones.


Entonces ¿Qué pasa con las personas con dolores de espalda a causa de una hernia discal o un nervio pinzado? ¿También son producidos por factores emocionales?

Efectivamente y además estos casos si desean cortar de raíz el dolor es prioritario que aprendan a abordar los factores psicoemocionales que rodean su vida. Que es lo que le está “gritando” su espalda. Con relación a esto, hace poco descubrí el trabajo del doctor Sarno. Esta persona fue Catedrático de rehabilitación clínica en la facultad de medicina de la universidad de Nueva York. Desde finales de los años 70 trata casos agudos del dolor de espalda, y afirma rotundamente que el dolor de espalda responde a factores emocionales y que el tratamiento debe ir dirigido a corregir las causas emocionales.


¿Cómo abordas en consulta este tipo de casos?

Como la persona suele venir muy condicionada, lo que actualmente suelo hacer es recomendarle que se lean el libro del dolor John E. Sarno titulado  “Libérese del dolor de espalda”  (muchas personas con solo leer el libro han comenzado a mejorar).

Si después de leerlo acepta que principalmente nos vamos a centrar en los factores psico-emocionales como consecuencia del dolor de espalda. ¡Estupendo! Ten en cuenta que hay muchas personas que no están preparadas mentalmente para aceptar ciertos hechos por muchas explicaciones o pruebas que les des. Están muy adoctrinados en otro sentido…


¿Cómo llegaste a crear esta metodología de Reeducación corporal? 

Observé que a ciertas personas le costaba evolucionar más que a otras. Era como si se atascasen en las mismas situaciones debido a que mantenían la misma estructura corporal alimentada por años. En el recorrido de nuestra vida todo lo experimentado nos formatea de forma positiva o negativa. Esto crea un patrón estructural corporal en semejanza a nuestra personalidad que hace que algunas zonas estén sobre-tensionadas y se fuerzan demasiado. Y, por el contrario, otras están semi-desconectadas.

Esta combinación binaria de exceso de estímulo eléctrico en unas áreas y de carencia en otras es lo que genera los movimientos particulares de cada persona. La postura que adopta al caminar o pararse. Incluyendo la forma de mirar, oír, o la capacidad o incapacidad de sentir o expresar. Así como una serie de reflejos condicionados que involuntariamente interfieren en el presente.


¿Cómo funciona una de estas consultas corporales? Pongamos desde que te contacta un cliente con un problema.

Con nuestro método ningún cliente puede acceder directamente a una sesión de corporal. Somo nosotros los que decidimos cuando es apropiado o no comenzar con el proceso corporal. En las sesiones lo que se hace es recuperar las funciones corporales, pero para que esta función se active y se mantenga en el tiempo, la persona debe de haber conectado con sus emociones y fijado límites positivos con su entorno.

Una vez instalada esta primera etapa realizo una primera sesión corporal y veo que me dice su cuerpo. Qué postura adopta, cómo se mueve, qué expresa su cuerpo (seguridad, indecisión, dominancia, sumisión, rigidez, flexibilidad, falta de dirección, etc.). En las sesiones solemos hablar, pero sin la intervención de pensamientos o razonamientos. Aquí solo interesa el sentimiento y la percepción del cuerpo.

Incluso se pueden expresar metafóricamente. Continuamente les llevo la atención a distintas zonas para que vayan profundizando y dándose cuenta…. ¿qué sensación nota tu cuerpo con este movimiento?, llévate la atención a esta zona, ¿qué diferencias notas entre esto y esto otro?…

A partir de ahí selecciono el tipo de ejercicios a realizar teniendo en cuenta en todo momento la capacidad de la persona. Si, por ejemplo, hay que activar un musculo concreto, valoro cómo lo percibe la persona y cómo lo puede asimilar mejor.


¿Trabajas con algún tipo de metodología de ejercicios?

Lo cierto es que utilizo una amplia gama de recursos corporales. Cuando se habla de reeducación corporal, por lo general se suele enfocar como corrección de posiciones globales, determinados tipos de estiramientos o movimientos, etc. Pero también tengo en cuenta otro tipo de ejercicios más vigorosos, como por ejemplo correr, ejercicios en forma de circuito aeróbico, resistencias con pesas o bandas elásticas. Etc. Muchas de estas actividades se parecen a los ejercicios que hacen los atletas o deportistas, sin embargo, el objetivo es completamente distinto.

La única norma que sigo es realizar cada ejercicio o actividad en la posición y el ritmo adecuado. Por lo demás, son las necesidades del cliente y la etapa que está superando lo que marca el tipo o diseño de ejercicio. 


Comparte algún caso práctico de resolución de un problema crónico que hayas tratado.

Este tema es un poco complejo, ya que el proceso corporal es parte del proceso de superación que nuestros clientes desarrollan en consulta y para abordar esto tendríamos que abordar todo el conjunto. También depende de lo que nos muestre el cuerpo y la conversación que tengamos con él. De hecho, hay casos aparentemente similares que pueden tener un abordaje distinto dependiendo del tipo de relación que tenga la persona con su cuerpo e incluso las experiencias que haya tenido con el ejercicio físico en su vida.

Un caso curioso fue un cliente que tenía una hernia inguinal

Este cliente había realizado años atrás desarrollo personal con nosotros. Recuerdo que me comentó que tenía una hernia inguinal, yo pensaba que, con el proceso de desarrollo personal, (aunque aún le quedaban algunas cosas que superar) el cuerpo de alguna manera habría reabsorbido la hernia. Pero resulta que no era así y llevaba los últimos 3 años con temor a que se saliera más y tapándose esta zona con una gasa. Todo esto condicionado por lo que había leído, o lo que socialmente se comenta de estos temas o las medidas de diagnostico, que se ofertan para este tipo de problemática, lo cual había generado en él cierto grado de miedo. Hasta que finalmente solicitó una consulta.

Lo primero que hice fue valorar el nivel de presión-tensión que tenía y asegurar que el cuerpo no estaba compensando una falta de resolución personal. Esta persona tenía aun algunas cosas que superar, pero no era tanta la presión como para somatizar una hernia. Observé como se movía al andar y luego le hice unas pruebas musculares, enseguida se hizo evidente que, ante cualquier movimiento de la zona pélvica o abdomen, e incluso al intentar activar el glúteo del mismo lado, automáticamente sobre-tensionaba la zona donde estaba la hernia inguinal.

Estas situaciones son lo que actualmente llamo ‘rastro emocional’ combinado con creencias mentales erróneas.

Al igual que hay personas que se tensan y automáticamente suben los hombros, esta persona tensaba el lado izquierdo del vientre como un reflejo automatizado. Era como si el estímulo eléctrico estuviera congestionado en la ingle y en cambio algunos músculos de alrededor presentaban problemas de conexión.  Así que estuvimos trabajando en la percepción de esta zona y luego en habilitar músculos débiles o semi desconectados que estaban alrededor de la misma.  Le mandé unos ejercicios específicos y quedamos para dentro de un mes, una semana después de realizar la segunda sesión la hernia desapareció. De esto ya ha pasado más un año y medio. La hernia no ha vuelto a aparecer.


¿Actualmente haces algún tipo de masaje o terapia corporal?

Ocasionalmente enseño a mis clientes a darse automasaje en algún punto reflejo del cuerpo o que presionen algún punto, que en ese momento está en relación con su proceso personal.

En algunos casos puntuales, cuando veo que han llegado a un punto de dificultad que ellos no pueden resolver por sí mismos, realizo algún tipo de masaje o estimulación corporal. Pero este tipo de masaje es, o para dar más fluidez al organismo, o para acabar de sacar el rastro de emoción que pueda estar enquistada. Es un poco complejo de explicar, ya que para cada persona es diferente.

Por ejemplo, este es un pequeño resumen de un par de valoraciones que me paso por escrito la última persona que ha recibido masaje corporal. En este caso la zona a tratar era cuello y cabeza.

Primera sesión / “Durante la sesión he sentido que se adentraban en mi interior. La imagen era la de una película de ciencia ficción en la que se conectaban cables y por un momento me he sentido como en el útero. Con un sentimiento de oscuridad y fragilidad.

Sentía que metía las manos en mi cerebro y lo tocaba, como si no hubiera cráneo, ni hueso, como si fuera una película fina que se puede manejar al antojo. He sentido como mi cráneo /cerebro se movía y se conectaban ciertas partes del hemisferio derecho con el izquierdo, veía como lucecitas que iban corriendo de un lado a otro….  

Durante estos días me acordado mucho de mi padre, relacionado con el hemisferio izquierdo. Como si por primera vez hubiera hecho consciente que tengo un lado masculino… que tengo una cabeza que piensa. – Me siento fuerte, a la vez que tengo ganas de llorar-. “

Segunda sesión / Al principio el masaje no acababa de conectar hasta que presionaste la zona del omóplato derecho y empecé a sentir dolor y aunque era físico iba más allá del físico.

Cuando me puse boca arriba y me tocó el lado derecho de la cabeza de repente sentí mucha ternura, amor y a la vez la carencia de éste; pensé en mi madre, en realidad no eran pensamientos eran sentimientos y se me saltaron las lágrimas. Me vino la rabia, no hacia una cosa o persona en especial, sino al hecho de no ser más contundente, de hastío por repetir las cosas, rabia de no expresarme y escucharme, de repetir farsas que no me gustan. 

Me siento como si llevará un traje que ya no me está bien, pero tampoco termino de encontrarme en el que me estoy haciendo. Quiero ser más firme, contundente, pero a la vez no quiero perder mi manera de ser agradable, simpática y alegre (Este es el dolor que tiene). Realmente me siento feliz y eso no puedo ocultarlo, y a la vez noto que me falta práctica a la hora de toma decisiones, contundencia y actuar con más seguridad en mí misma.

Estas reacciones se producen cuando la persona lleva ya tiempo haciendo desarrollo personal y está preparada para el cambio. Esta es una persona de 38 años prototipo de ‘buena chica’ que está en el tránsito de ser ella misma y dejar de contentar a los demás.  En esta etapa está reorganizando su sistema corporal y está abriéndose a una mayor capacidad, por eso el sentimiento de ‘me siento fuerte (más potencial) pero al mismo tiempo tengo ganas de llorar’ (soltar lastre del pasado)Y también el sentimiento del estado de transito que está realizando ‘me siento como si llevará un traje que ya no me esta, pero tampoco termino de encontrarme en el que me estoy haciendo’.

Después de ambas sesiones comenzó a notar dolor en la zona de espalda baja y zona de glúteo, que en dïas sucesivos va desapareciendo poco a poco. Estas zonas son compensatorias con la zona de las cervicales y en este caso significa que aun queda emociones por descargar.  Esto solo es un ejemplo, para cada persona es diferente.


¿Qué tipo de personas obtienen mejores resultados?

A nivel global de la consulta podemos decir que hay 3 categorías:

  1. En primer lugar, estarían las personas de tipo a). Son personas enfocadas en la superación personal que reconocen el problema psicoemocional y ya han intentado hacer algún tipo de búsqueda dentro del crecimiento o desarrollo personal.
  2. Luego están las personas de tipo b). Las que tienen más o menos identificado el problema en algún área: de pareja, hijos, conflicto interno, laboral, etc. Y en teoría quieren superarlo.
  3. Y por último estarían las de tipo c). Que se enfocan en la enfermedad física o dolor corporal y si no fuera por estas molestias todo en su vida sería más o menos perfecto. Estas personas son de más difícil tratamiento y salvo casos excepcionales no suelen ser el perfil de personas que acceden a nuestra consulta.


Muchos de vuestros clientes llegan a tu consulta después de probar todo tipo de terapias y tratamientos, incluso desde hace años. ¿Qué hace vuestro método distinto? ¿Cuál es su valor añadido?

Nuestro método ofrece dos claves diferenciadoras que conjugadas hacen de él algo único. La primera es la visión holistIca que hemos integrado (mente-cuerpo-emociones-entorno) y el saber cómo se relacionan entre sí.Y la segunda, también a destacar, es que casi todo el mundo, incluido los terapeutas, creen en las enfermedades.

Piensan en las etiquetas o diagnósticos que cada persona lleva colgados. Y para nosotros eso no existe, ya que constatamos una y otra vez que el único problema son la falta de recursos personales o el estancamiento de la persona en alguna etapa de su desarrollo. Y todo esto se puede solucionar con una reeducación integral y una nueva reconexión personal.


¿Cuál es el porcentaje de éxito en tus tratamientos? ¿Se te ha resistido algún caso? 

Yo te diría que actualmente el porcentaje de éxito del 99,99 %. Estos problemas que comentas de “resistirse” que, SI tuvimos en el pasado, fue por aceptar personas que, o sólo querían desahogarse, pero con poca predisposición a hacer cambios más acordes con sus necesidades. O personas que venían con un exceso de miedo causado por el “adoctrinamiento de creencias médicas”, donde podía más la presión del sector médico que lo que nosotros le pudiéramos aportar, por muy lógico o razonable que fuera.

La persona que viene a nuestra consulta tiene que venir a liberarse. Si surgen resistencias o presión con relación a la consulta es que aún tiene que vivir ciertas experiencias (que pueden ser algo positivo que la hará más consciente), o es que tiene que tener un cupo mayor de sufrimiento. En cualquier caso, la responsabilidad es suya.


Para concluir, y sintetizando :

¿Qué es lo que haces en Espacio de Reeducación Corporal de Método Cronos?

  • Actualizar la conexión o interfaz cuerpo/mente.
  • Despertar y/o ajustar la voz corporal. Hay personas que tienen adormecida su capacidad de sentir; es como si hubieran reducido casi por completo la percepción de lo corporal. Por el contrario, hay otras que manifiestan una excesiva sensibilidad. Cada persona es diferente.
  • Desarrollar la consciencia que permite reconocer los hábitos que causan tensión y observar la respuesta espontánea del cuerpo en distintas situaciones y posturas.
  • Establecer la conexión entre las tensiones corporales y las tensiones mentales de las cuales son reflejo.
  • Borrar rastro emocional y fluidificar las conexiones neurológicas (impulso eléctrico) entre cuerpo y cerebro.
  • Crear más capacidad de acción- evolución.


Con este método de reeducación corporal  la persona desarrolla su potencial, se torna más resolutiva y ecoeficiente a nivel personal.

Si estás interesad@ en conocer más sobre su trabajo o valoras concertar una cita para su consulta puedes enviarle un mail a  cronos@metodocronos.es

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