Entrevistamos a Jesús Montesinos Cervera, escritor valenciano afincado en Benicassim que en febrero publicó la novela ¡ESTAS MUERTO,CABRON!
Puedes seguir las actualizaciones de este periodista retirado en su blog La Manzana De La Sabiduría
P- Jesús, preséntate a los lectores citando:
Un libro: La vieja sirena de José Luis Sampedro
Un recuerdo: Poemas árabes en el desierto del Sáhara.
Una canción: ¡Qué pregunta! ‘Mediterráneo’ de Serrat, por supuesto.
Una película: ‘El Padrino’ La I, la II, la III y las que hagan falta.
Un programa de TV: ‘Imprescindibles’, en la 2 de TVE.
Una cita inspiradora: ‘El que te fam ensomia rollos (El que tiene hambre sueña con comida)
Un lugar: Mi casa actual. El mar desde todas las ventanas.
Un hábito: El insomnio
Un interés o hobbie: caminar por las montañas (ahora además escuchando podcast y buena música)
Tu estado de wasap actual: La portada de mi última novela ¡ESTAS MUERTO, CABRON!
P- Define en 2 frases ¡ESTÁS MUERTO, CABRÓN!.
R- Una distopia de cabreo con posibilidades de ser realidad. Y la gente cabreada igual mata que se entrega a la pasión del amor y el sexo. O a la pasión que da le poder.
P- ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
R- La soledad y el lento tiempo de la pandemia me permitió poner la lupa sobre lo que pasaba en la calle. Y confirmé que estamos en una sociedad violenta y no en una sociedad pacífica.
De repente empezamos a valorar que en la calle había gente que hacía daño a otros. Y que siempre hay luchas infinitas por el poder. Y mujeres dispuestas a vengarse del mal recibido a lo largo de su vida.
P- ¿Qué pretendías al escribirla?
R- Solo contar historias. Un escritor puede ser un pedagogo, un Pigmalión. Puede ser un testigo de la historia. Incluso pretender cambiar la historia. O solamente aspira a escribir, contar una historia, provocar al lector y disfrutar de ese momento. Para que más. Todo es efímero y una farsa.
P- ¿Por qué un narrador y por qué HADES?
R- Probé con un narrador presente y no me gustaba su papel. Quedaba corto y se comprometía demasiado para el devenir de la trama. Así que opté por un narrador ausente, pero potente. Y alguien me sugirió la figura de un dios maléfico, aunque con sorna: ahí estaba Hades.
En mi casa tengo una figura de un dios precolombino, al que le hago ofertas de ron y migas de pan. Y cogí piezas de su leyenda para configurar este Hades.
P- Cita algunas palabras clave que definan tu novela, como si fueran hashtags.
Mujer / Mal / Amor/ Sexo/ Hombre pusilánime / Venganza/ Farsa/ Manzana / Cabrón / Ostras / Mollejas / Vino
P- Háblanos de los personajes, sin hacer spoilers: define a cada uno de ellos con 2 adjetivos.
R- Alicia: hambrienta, dominadora
Fernando: flojeras, inapetente
Carmen: poderosa, falsa
Servilia: aparente, grotesca
Piñeiro: vengativo, frustado
Adela: víctima, deseo
Dolores: real, amargura
P- ¿Cuál es tu personaje preferido o con cuál te identificas más?
R- Alicia, porque su ansia de posesión de hombre le lleva a cometer todo tipo de imperativos. Lo marca con el sexo y lo domina con el engaño del amor.
P- ¿De dónde sacabas inspiración para escribir cada día, para darle forma a la trama?
R- Del folio en blanco. No hay inspiración sin horas de trabajo, mucha disciplina y tener muy elaborada la trama. Y también definidos los personajes.
Escribir con datos, historias, tiempos, causas y efectos es un tejer y destejer permanente. Otra cosa es la literatura de las palabras.
P- Comparte alguna anécdota sucedida mientras lo escribías.
R- Desde mi mesa de trabajo se ve una inmensidad del mar. Cuando había tormenta tenía que parar, porque los sentidos se iban detrás de los truenos y relámpagos.
Ese día no se escribía y a las seis tocaba el Dry Martini, con disciplina británica, como hacían los hermanos Durrell en la isla griega de Corfú.
Y alegre fue el día que me llamó una primera agencia de escritores para decirme que la novela tenía posibilidades.
P- ¿Qué destacarías de estos años que has pasado escribiendo ESTAS MUERTO,CABRON?
R- Lo aprendido. He consultado muchos libros sobre historia de la maldad. Otros sobre el bien. Más todavía sobre comportamiento de las mujeres en sus relaciones con los hombres. Y hablado con mucha gente. Y de eso se aprende. Siempre he sido un gran curioso.
Y aprender de libros para escribir, pese a que llevo trabajando el folio en blanco desde hace cincuenta años. Hay gente que en medio folio sabe contarte las guerras del Peloponeso. Y eso es admirable.
Escribir es leer. Y leer. Y leer. Y ese el mayor placer de alguien que le gusta escribir y contar historias. Leer historias, opiniones y ver como asombrosos escritores trasladan al papel cualquier secuencia que para ti es vulgar.
P- ¿Qué has aprendido de la experiencia?
R- El deleite del folio escrito, a sabiendas de que al día siguiente tendrás que reescribirlo.
Y sobre todo a separarte del hijo parido en forma de libro. Porque cuando pones el punto final ya no es tuyo. Es del lector.
Aunque como vengo de esa experiencia diaria en periódicos y otros medios, aprendes a desprenderte de una parte de tu vida.
P. Para despedirte: ¿Qué te gustaría decirles a los que lean esta entrevista?
Que lean. Que lo lean de todo: libros infantiles, sesudos, antiguos, nuevos, robados, comprados o prestados.
Pero que lean. Que lean las etiquetas de las camisas, los prospectos de las medicinas o las letras de sus canciones preferidas.
Tengo 15.000 libros en mi biblioteca que son como 15.000 amigos disfrutados a lo largo de mi vida.
¡LEER ES EL MEJOR VICIO!