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Hablamos Con Héctor Molina

¡Que tiemble Monsanto!

Hoy compartimos la entrevista realizada a un joven e innovador agricultor que está revolucionando la forma de hacer agricultura en la Comunidad Valenciana (de momento).
Monsanto…¡Tiembla! Aquí está Héctor Molina y su ‘Memoria de las semillas‘.

P- ¿Quién es Héctor Molina?

R- Uf… ¡qué poco me gusta esto! ¿Tenaz? ¿Cabezón? Sobre todo, una persona que ama a su tierra por encima de todas las cosas. Cada paso que damos es pensando en nuestros abuelos y nuestros nietos.


P- ¿Qué proyectos y/o empresas has puesto en marcha?

R- Desde 2008 que me fui a vivir en y del campo, la verdad que muchos. Lo primero que me vino a la cabeza al escuchar la pregunta es una vez que salimos en TVE con un proyecto de ‘apadrina un naranjo’. Creo que era 2009.

Desde entonces, muchos. Recuperamos la primera mandarina comercial llegada a la península en 1835. Precisamente en Vila-real, mi ciudad. Se trata de un fruto exquisito, irrepetible, único, que se defenestró hace un par de décadas porque ‘el comercio no lo quería’. La gran empresa encima nos hace creer qué decidimos comer convirtiéndonos en una marioneta del sistema. Se defenestró por comodidad para ellos y porque van creando variedades mucho más productivas sea cual sea el nivel ‘salud’ de cada fruto o la calidad organoléptica. Y ya sabes, el poder del marketing que cuando carece de ética da miedo.

Hemos trabajado sobre más de seiscientas especies vegetales en peligro de desaparición (de hecho no existen ya a nivel comercial). Trabajos costosos de siembra, caracterización, reproducción… ahora estamos empezando unos estudios que van a ser muy importantes para nosotros. Nuestros productos hablan de salud por la forma de cultivar, el respeto al medio, productor y consuidor. Ahora vamos a empezar a hablar de salud con números. O sea, estamos desarrollando análisis nutricionales a cerca de seiscientas especies vegetales, creo que va ser único y además todas ellas especies vegetales valencianas.

También le estamos dedicando mucho tiempo a la catalogación de una especie aviar nuestra, del interior. Si todo va como deseamos, en poco tiempo podremos hablar de la primera raza aviar de Castellón dentro del catálogo nacional de razas autóctonas. Nuestra Gallina del Maestrat.

Recuerdo con mucho cariño un proyecto formativo que pusimos en marcha. Formación agraria y comercial. Un grupo de doce personas que a día de hoy, con la base que les dimos durante cerca de un año siguen con su proyecto empresarial adelante.

Por no hablar de Crec3r : para mí el proyecto de mi vida. Estamos con el Grupo Intur trabajando con más de siete mil niños. Desarrollamos talleres que van desde la siembra hasta el consumo de los vegetales que se cultivan trabajando la cultura del reciclaje y la cooperación, así como la paciencia. Aunque estamos aprendiendo más de ellos que al revés: precioso.


P- ¿Cómo un joven que se dedica al sector de la construcción decide adentrarse en el mundo de la agricultura?

R- Pues una vez leí en una publicación que ‘nació de una necesidad’. Pues me dio qué pensar, la verdad. Quizá fuese de una necesidad. Lo cierto es que, un buen día, y trabajando en el sector de la construcción decidí dejarlo y pensaba opciones de futuro, en un trabajo que fuese a largo plazo, ya que lo mío en construcción sabía que era temporal, que tuviese que invertir poco ya que venía épocas de caída libre y no era plan pedir préstamos y que no tuviese jefes. Con todos los que he tenido mantengo muy buena relación pero en ciertos aspectos del mundo laboral sí noté que me frenaban en muchas cosas. Eso me llevó a escribir, estando una tarde de sábado sentado en una mesa con papel y boli, la palabra ‘agricultura’. Y ahí empezó la aventura.


P- ¿De dónde nace tu interés por la tierra, por los cultivos del campo?

R- Yo no tenía ni la más remota idea de cultivar ni una simple lechuga. De hecho, el día que les dije a mis padres a qué me iba a dedicar, mi padre se llevó las manos a la cabeza. Era lógico: pasar de una nómina con muchos euros a depender del clima y sumado a eso, que no tenía ni idea de agricultura… era normal que no lo digeriesen fácil. Es más, recuerdo, en una etapa de mi vida, haber odiado el campo. En casa había tierras y siempre que iba era en sábado para ayudar a mi padre: imagina un joven de 18 años despertarse en sábado a las 7 am para ir al campo habiendo bebido alguna cervecita la noche anterior.

P- ¿Qué aportan tus empresas/proyectos a la sociedad que no estén aportando otras empresas?

R- Ya de base, nacimos aportando un 7% de la facturación de nuestra empresa a un proyecto agrario en Burkina Faso. Si los inicios son duros, imagina aportando ese porcentaje. A partir de ahí, el trabajo en beneficio por la sociedad es incontable. Recuperar las semillas, no nos lo valoran mucho, pero estamos en un planeta en que el 80% de las semillas que se siembran pertenecen a tres multinacionales. Llegará un día que controlarán el cien por cien y quizá ese día los alimentos no sean tan ‘baratos’.

Al mismo tiempo, y como comenté anteriormente, trabajamos ayudando a futuros empresarios agrícolas en los que cooperamos y trabajamos en equipo una vez deciden iniciar por su cuenta. Estamos apostando por un modelo agrario más natural y sostenible a la par que educamos a los que vienen detrás en una agricultura y una alimentación más saludable.


P- ¿Te apasiona tu trabajo? ¿Por qué es la agricultura importante? ¿Qué simboliza la tierra, el campo para el ser humano?

R- Es mi vida. No la pienso cambiar por nada. Es más, cuando por motivos de trabajo estoy unos días sin pisar el campo no soy yo. La agricultura es imprescindible para nuestra alimentación si queremos que siga siendo natural y saludable. Hay quien todavía ve el acto de comer como el ingerir comida para cargar el depósito y poderse mantener activo pero …el acto de comer va mucho más allá. Hipócrates ya lo dijo: Que los alimentos sean tu medicina.


P- En qué momento te encuentras ahora. Planes a corto y a largo plazo.

R- Lo de corto plazo es una locura porque vamos a cinco manos los 7 días de la semana. El proyecto que comenté de salud de los vegetales ya está en marcha y estamos invirtiendo todos nuestros recursos en él.

Este otoño publicamos un libro. Quién me lo iba a decir. Durante mucho tiempo y muchas personas me decían ‘publica un libro’ y para mis adentros pensaba ¿‘yo’? hasta que hace unos meses vino una editorial, Onada, para proponerme que lo hiciésemos. Me hace especial ilusión. Va a ser divulgativo y espero que muy útil.


P- ¿Eres de los que piensa que ‘el cambio ya se está produciendo’? ¿Crees en la empresa como medio para desarrollar y mejorar la sociedad?

R- Siempre he sido muy realista. Gran parte de mi discurso, la gente cree que es pesimismo puro y duro, pero no hay más que ver a nuestro alrededor. A nivel empresarial, están apareciendo proyectos maravillosos con un valor social tremendamente importante, y no hablo solo a nivel agrario. El cambio económico, creo que está siendo más lento. Y en esto la administración pública tiene mucha culpa porque debe apostar por jóvenes talentos. Se basan en ayudar a empresas top con cientos de trabajadores y esas empresas ni crecen en valor ético –generalmente- ni van a crecer de forma considerable en generar empleo. En lo social, sí está habiendo una gran transformación.

Sin duda, los nuevos empresarios de este país debemos ser los que cambiemos la situación y siempre con el valor social, ético y responsable como punto de mira. El consumidor cada apuesta más por este tipo de empresas y es el cóctel perfecto para el cambio.


P- Qué te gustaría decirles a las personas que están leyendo este artículo.

R- Que lean mucho.

“Que los alimentos y ejercicio sean tu medicina.”

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